MUNDOS REFLEXIONADOS   

El Amor.
Devenir de las Emociones como Construcción de Recursos y Poder

Consideraciones acerca de la POSIBILITACION  de REALIDADES MULTIPLES NO NECESARIAMENTE HABIDAS "POR SI NI EN SI"

Por Pedro Bugani   

psiconalista

pedrobugani@infovia.com.ar

 

Temario analítico: 

Desprendimiento del primer Vértice Emocional constituido. 

Tiempo de Pasaje - traslado y mudanza.  

Construcción de una nueva Posición Mental 

Construcción de un nuevo eje de ordenamiento del propio mundo y el de los

otros. 

Constitución de un nuevo sentido, y de nuevas significatividades 

Encuentro y construcción de nuevas realidades múltiples 

Devenir constructivo hacia otro Vértice y Perspectiva Emocional, generadores

de diversas y distintas significaciones.

 

El Hábitat Externo

Trauma del Nacimiento

Universo de Características Egocéntricas.

Hábitat coincide y es sinónimo...

Realidad =algo amorfo y terrible

Sobreimpresión de realidad con "mamá".

Imago Materna, que superpone, sobreimprime e identifica con

la Madre Real externa.

Atributos de esta Imago Materna = Realidad

Entra el Padre: disolución, por etapas de la Díada

Entrada Paterna liberación  y desprendimiento del Vértice

Emocional  de Posición Egocéntrica.

Movimiento de Traslado y Mudanza

Posibilidad de Darse Cuenta y Tener en Cuenta ...

Posibilidad de cambiar el punto de enfoque

Gratificación - Bienestar - Calma - Satisfacción - Plenitud

- Dicha

Pasaje.- Instancia fundamental y fundante de un nuevo orden,

y una nueva significación

Nueva fuente primordial de todas las preocupaciones...

Reconocimiento

Gratitud

Sentimiento de culpa

Pena y Tristeza

Aprecio

Creatividad y Fuerza

Dos operaciones fundamentales:

1. La esperanza

2. La capacidad de reparación

La Confianza

Universo donde, para el sujeto en constitución, existe el

drama.

El sujeto puede construir un camino de salida.

Una capacidad doble:

1.- Trabajo, recurso, poder: de reparación

2.- Trabajo, recurso, poder: de restauración

Inicio del recorrido para construir la incipiente autonomía

y la libertad propias, y constituirse en persona y sujeto humano.

La actividad de reparación actúa en tres espacios

diferentes.

Calidad de la ansiedad

Persona Total

Madre y Realidad

Agresividad,  destructividad, y la parte del universo que de

ellas se desprende, cambian su calidad

Nueva Perspectiva

Prueba de realidad

Integración- desintegración- disociación.

Discriminación

Restitución

Perdón

Resentimiento, venganza y  revancha.

La Responsabilidad

Nuevo Universo, Nueva Posición Mental, Nueva Perspectiva y

Nuevo Vértice Emocional

Maldad - malo. Bondad - bueno.

Una concepción ambivalente

Constitución de un nuevo eje

Con esta Posición, en medio de la calidad de este

espacio-tiempo: se constituye la posibilidad de construcción del AMOR como

Arquitectura que articula y habilita una variedad de recursos y usos del

poder

Posición de Gratitud, Pena y Reparación (hacia el otro

querido)

Amor y sexualidad

Emoción, poder y sexualidad

 

 

Comenzamos con la exposición de esta concepción de las emociones como la

construcción en devenir de una complejidad de recursos y poder, que

posibilitan la constitución de realidades múltiples, no necesariamente

habidas "por si y en si"

 

 

El Hábitat Externo, en el cual se instala al pequeño ser humano, ha sido

construido (en el mejor de los casos) por la madre, primordialmente, y

también por el padre, siguiendo las "indicaciones" del bebé.

 

Ha sido construido para albergarlo transitoriamente de la inclemencia y

Trauma del Nacimiento, y ha resultado un lugar en el cual el pequeño

encuentra comodidad, seguridad, refugio, calma, abrigo. Se posiciona en él,

y ante él, de manera egocéntrica.

 

Como también es absolutamente esperable y lógico, busca que todos los

elementos constitutivos de ese Hábitat le procuren seguridad, comodidad,

calma, refugio. Se posiciona egocéntricamente, y organiza un Universo de

Características Egocéntricas.

 

Pero el Hábitat coincide y es sinónimo, a grandes trazos, de su madre, del

ser vivo que cobija, ayuda y socorre, y entonces valora también a ese

ser-vivo-mamá. Por ahora, a causa de esas característica de ayuda,

continencia, refugio, sostén. A su vez, realiza la sobreimpresión de

realidad (antes, algo amorfo y terrible) con "mamá".

 

Hablamos de la posibilidad de que el bebé pueda desprenderse de un Vértice

Emocional, en el cual se encuentra arraigado y fascinado, por la

construcción en su mente de una Imago Materna, que superpone, sobreimprime e

identifica con la Madre Real externa.

 

Esta Imago impera en una realidad sin límites, imponiéndose como sustituta

de la Realidad. Realidad que tiene, hasta ese momento, en gran parte, las

características y resonancias del impacto del Trauma del Nacimiento.

 

Los atributos de esta Imago Materna son los de una Diosa - Ideal -

Todopoderosa-Omnisciente, de cuya acción u omisión se origina un Mundo de

satisfacción o persecución para el bebé.

 

Las diversas puertas por las cuales entra el Padre permiten, junto con

movimientos de la Madre hacia el Hombre, el cambio de la calidad del vínculo

con el bebé, y un crecimiento mental de éste.

 

Todo esto marca el comienzo de disolución, por etapas, de la intensa Díada

Mamá-Bebé, creada afortunadamente para socorrer al bebé del insoportable

horror del nacimiento, sacarlo de su retraimiento defensivo ante el Trauma,

y construir un Hábitat Nuevo y Alternativo, en el cual habite el bebé luego

de quedar a la intemperie por la disolución de su Hábitat Interior.

 

En la culminación de la construcción de la instancia que ahora abandonamos,

los últimos elementos de su constitución son, a la vez, los gestores de su

anunciada disolución e impulsan su transformación. Uno de ellos, la

incursión y formación de una Imagen Paterna, comienza a circular por la

díada, y así, a limitar las características de la Imago Materna como única,

omnímoda e imperativa.

 

Esta entrada Paterna constituye una liberación para la madre y para el bebé,

y le permite a este último iniciar un desprendimiento de un Vértice

Emocional que produce un enfoque muy determinado de su experiencia y

vivencias, en términos de:

 

Dolor - aparición Materna Divina - transformación milagrosa - con la

constitución de un Universo Egocéntrico de determinadas características.

 

El desprendimiento de ese Vértice produce el inicio de un movimiento de

Traslado y Mudanza en el bebé, que lo llevan, en el mejor de los casos,

hacia la constitución de un nuevo Vértice Emocional.

 

Éste no es un proceso evolutivo, sino que puede sucederles o no a los seres

humanos.

 

En una apreciación cronológica, ocurre -cuando ocurre- entre los 4 ó 5 meses

y los 8 ó 9 meses, y se termina de elaborar, con todas sus consecuencias

creativas, entre el 1er y 2do año de vida.

 

Constituye la matriz básica necesaria e imprescindible de los mejores

sentimientos, afectos, estados de ánimo y vínculos de intimidad de la vida

adulta.

 

Comencemos a describir lo que ocurre desde el desprendimiento del Vértice

Posición Egocéntrica.

 

El bebé, en este tránsito, puede mudar, entre otras cosas, el enfoque,

produciendo uno nuevo que le proporciona la posibilidad de Darse Cuenta y

Tener en Cuenta:

 

1.- qué recibe

2.- cómo recibe

3.- qué efecto de bienestar le produce aquello que recibe

4.- discriminar:

4.1.- quién es la que da

4.2.- de quién recibe

 

Es decir, que, merced a este tránsito iniciado, puede cambiar el punto de

enfoque y ponerlo en:

 

Gratificación - Bienestar - Calma - Satisfacción - Plenitud - Dicha

ß          ß          ß

 

DE

"PRODUCIDOS POR"

A

"VIVIDOS CON"

MAMÁ

 

Aquí se comienzan a producir transformaciones fundamentales en toda la

percepción y sentimientos que tiene el bebé de su madre, y se comienzan a

originar transformaciones y creaciones fundamentales en su mente.

 

Estamos en lo que denomino Pasaje. Instancia fundamental y fundante de un

nuevo orden, y una nueva significación, para un tiempo y un período inédito

en el devenir de ese sujeto humano.

 

Esto va ocurriendo. El bebé, poco a poco, comienza a ocuparse de su madre; a

observarla más asiduamente, a conocerla y percibirla como puede. A rastrear

en sus emociones, estados de ánimo, reacciones.

 

Produce entonces un comienzo de traslado de la ocupación egocéntrica por sí

y de sí, de su angustia y constante dedicación por su estado de seguridad,

comodidad, y calma.

 

De este modo, empieza a postergar la ocupación constante por la ausencia o

presencia de esos estados en sí mismo, y comienza lentamente a ceder paso a

una inquietud y alarma que se relacionan con el destino y estado de su

madre.

 

Esto se irá convirtiendo en fuente primordial de todas sus preocupaciones.

 

Pero es algo que tiene sus pasos sucesivos. Al comenzar a notar que es desde

su madre (sentida y percibida ahora como un ser más real, más globalizado,

más Entero e Integrado), de donde provienen las fuentes de su satisfacción,

de su alivio, de parte del placer, y por ende de un bienestar generalizado,

el bebé comienza a relacionar su propio bienestar con su madre, como dadora

o gestora de ese bienestar.

 

Así comienza, poco a poco, a construir la noción, imagen y sentimientos de

que su madre produce y le da bienestar, y por lo tanto es buena.

 

Esta primera nueva construcción es de distinta calidad a la de la Madre

Idealizada, a la cual sólo se puede venerar. En cambio, a la Madre Buena,

que hace bien, que pone bien, que da "cosas buenas", el bebé comienza a

reconocerla, en el siguiente sentido:

 

Reconocimiento

 

1.- Admite y Acepta, con autenticidad de sentimientos y sin ningún

"pero" o Duda, que es una persona que:

1.1.- hace, crea o produce algo por mí y para mí.

1.2.- tiene un don determinado. En este caso, bondad.

2.- Como tal, en función de esa Bondad admitida y aceptada, una y otra

vez se produce 1, hasta que ese don, la bondad, se convierte y le resulta al

bebé "algo familiar", inherente a su madre.

 

Con este reconocimiento, y a partir de él, comienza a construir en sí mismo:

 

Gratitud

 

Un sentimiento de gratitud, que consiste en que, en el bebé, se crean una

disposición psíquica y una tendencia a realizar una experiencia agradable y

favorable hacia su madre, en reciprocidad de los beneficios recibidos de

ella y de lo buena que es con él.

 

La constitución de la posibilidad de sentir y registrar que reconoce y

admite a la madre como un ser bueno que hace, produce y le da Bienestar,

Vida, Satisfacción, Calma; y la construcción de un Sentimiento de Gratitud

hacia esa Madre Buena, cambian cualitativamente todo el universo de las

experiencias y vivencias.

 

De este modo se comienza a generar un campo nuevo de significados en los

sentimientos, imágenes y símbolos que empiezan a construirse. Todo este

desarrollo se trama y articula en una nueva clave.

 

Estos sentimientos permiten que el bebé comience a extender el universo de

sus observaciones y conclusiones afectivas, y que genere en sí un conjunto

de capacidades:

 

1.- Integrar más muchos aspectos de sí mismo y de su madre.

Veremos más adelante, en detalle, el fenómeno de la integración.

2.- Discriminar más qué es lo que ocurre en sí, qué ocurre en la madre;

y discriminar a la Madre del Padre. Veremos luego, en detalle, el fenómeno

de discriminar.

3.- Relacionar actos, impulsos, aspectos suyos, con algunas

consecuencias que causan en los otros.

4.- Relacionar la Bondad de su madre con su propio bienestar.

5.- Establecer una noción de dependencia entre su bienestar y la Bondad

dadora y generosa de la Madre.

6.- Reconocer y Admitir esa Bondad como generadora de bienestar en sí

mismo.

7.- Y, por lo anterior, crear el sentimiento de gratitud hacia esa

Bondad materna, en reconocimiento y retribución por el bienestar recibido.

8.- Aquí comienza a inquietarse y a estar alerta por el destino de su

madre y por lo que pudiera ocurrirle a ella; pero sobre todo le inquieta y

alerta el destino que pueda tener la bondad de la madre y en la madre.

 

De todo esto surge en el bebé:

 

1.- Un comienzo de cuidado a la madre por lo que pudiera ocurrirle.

2.- Una nueva ansiedad (de las características de alerta e inquietud)

por "el destino de la madre y su Bondad". Teme perderla, que deje de ser

buena, que su agresividad la dañe, que le retire esa Bondad, que se

transforme, por su propia destructividad, de Buena en Mala, etc.

3.- Un registro que, desde sí mismo, muchas veces hace surgir rabias e

impulsos destructivos hacia esa Madre Buena.

4.- Una gran preocupación por el destino y el efecto que esas rabias e

impulsos destructivos producen en su Madre Buena.

5.- Ha llegado a un punto del desarrollo y de la fortaleza de su mente

en que capta que, desde él mismo, surgen hacia su madre todos los efectos

que el reconocimiento de la Bondad y el sentimiento de gratitud conllevan:

ternura hacia la madre, generarle estados agradables que la favorezcan y le

hagan bien, e incluso, por identificación con la Bondad de su Madre, él

mismo sentirse bueno con su madre, y cuidarla y ocuparse de ella.

 

Pero, a pesar de todo ello, registra que, en momentos de dolor, de

postergación, de frustración, surgen en él sentimientos de rabia e impulsos

destructivos que impactan y causan efectos dañinos en esa Madre Buena.

 

Esto ocasiona un profundo malestar en las emociones del bebé, que luego se

configuran como:

 

Sentimiento de culpa

 

Culpa es el doloroso reconocimiento de aceptación de haber dañado, con la

propia destructividad, a la Madre Buena (y luego, al Buen Padre).

 

Se puede originar cuando el bebé ha logrado constituir una aceptación y un

reconocimiento por los cuales logra sentir a la Madre como Buena,

sentimiento este que genera en él gratitud hacia ella. Pero, por algún

dolor, registra, reconoce y admite que desde él mismo ha surgido un

sentimiento y/o un acto destructivo que hizo sufrir y dañó (básicamente en

lo mental - sentimental, aunque también tiene fantasías de daños corporales)

a la Madre Buena.

 

Es decir que ya el bebé puede experimentar en sí la ambivalencia de estados

contradictorios: por un lado agresivos, destructivos, de rabia, envidia o

celos, y al mismo tiempo de reconocimiento, aceptación, gratitud y ternura,

que se generan hacia una misma persona buena.

 

La culpa, de estas características, en un bebé con padres que lo quieren y

protegen, no es un estado frente a un pecado irredimible, que apabulla,

condena y descalifica, sino que admite, motiva e impulsa la búsqueda de una

reparación eficaz. Luego desarrollaremos extensamente la capacidad de

Reparación.

 

Conjuntamente con la culpa, en el bebé se comienza a generar un estado de

Ansiedad, Alarma e Inquietud, respecto de perder a esa Madre Buena, o, más

específicamente, de perder la bondad de la madre y en la madre. De esto

surgen dos nuevos sentimientos:

 

Pena y Tristeza

 

Pena: sentimiento que surge en el bebé por registrar y darse cuenta de que

una persona, a quien reconoce Buena para con él, y que le mueve gratitud

hacia ella, está dañada o sufre.

 

Tristeza: sentimiento que surge en el bebé ante la creencia de que la Madre

Buena, o la Bondad de esa madre, no está más, la ha perdido. No es

desesperanza; en este caso deja lugar a la esperanza.

 

Pena, entonces, porque la nota sufriendo o dañada.

 

Tristeza, porque cree haberla perdido y, sobre todo, cree haber perdido su

Bondad.

 

En estos momentos, que son de un altísimo dolor mental para el bebé, el cual

sufre mucho por lo que pasa, y que tienen un hondo dramatismo, comienza

activamente a buscar elementos de apoyo en las acciones, los sentimientos y

todo el trato que la madre tuvo y tiene con él:

 

1.- Recurre a las vivencias registradas del embeleso.

2.- Recurre al haber podido manejar con éxito la idealización, y haber

podido entonces "dejar a un costado" emociones y destructividades que

perturbaran el embeleso y la idealización.

3.- Recurre a la ayuda recibida por los padres que, cuando fue

razonablemente adecuada, le permitió sobrellevar angustias, tensiones,

sobresaltos, y no caer en una intolerancia excesiva ante el dolor.

4.- Recurre al sentimiento de confianza, que se ha ido construyendo

dentro de sí, respecto de la idoneidad y capacidad de sus padres para

cumplir sus funciones de reparación y protección.

5.- Recurre a las vivencias y recuerdos de haber sentido la firme

fortaleza de sus padres para sobrellevar y contener sus rabias,

frustraciones y malhumor; para transformar la desesperación en consuelo, y

el dolor mental en calma y alivio.

6.- Recurre a los recuerdos de la mutualidad, y a lo que queda de ella

como mutualidad de bienestar y alegría actual.

7.- Recurre a las comprobaciones, al sentimiento y a la certeza de que,

si su madre se aleja y desaparece por un tiempo, luego reaparece y retorna

(separación - reencuentro).

8.- Recurre a las vivencias de haber sentido que su madre se sentía bien

al comprenderlo y ayudarlo cuando él sufría, construyendo así, con el

tiempo, facetas de la imagen materna que poseen capacidad, gozo y

elasticidad.

9.- Por esta época, la madre ha trasformado el embeleso en Aprecio. Los

distintos aspectos, partes y expresiones del bebé, son ahora valorados

realísticamente por la madre, quien lo transmite a su bebé y estimula en

éste el Aprecio por ella.

El Embeleso primero, y el Aprecio Mutuo de ahora en adelante, van

conformando en el bebé la capacidad de establecer una relación lo

suficientemente abierta, que le servirá de "instrumento" para recibir y

discriminar entre experiencias de diversa índole,  siendo capaz de

valorarlas a todas como parte de la vida.

 

1.- El haber contado y descubierto a su madre como "alguien", como una

persona capaz de contener, discriminar, metabolizar su dolor, y devolvérselo

de manera soportable, le permite al bebé empezar a manejar no sólo el

placer, sino también el dolor como algo lleno de sentido, y no sólo como

algo que debe evacuarse tan pronto como sea posible.

2.- La posibilidad de haber podido trasladar y expresar a su madre

diverso tipo de contenidos, emociones y sensaciones, que ella pudo sentir,

sostener, contener y metabolizar, hace que el bebé, a su vez, sienta que

nada, ninguno de sus contenidos mentales, es inaceptable.

3.- Si pudo recurrir al padre con emociones y estados de ánimo que no

quería expresar a su madre, y lo encontró receptivo, tomando y conteniendo

esas expresiones, el bebé, y luego el niño, irá sintiendo que se lo conoce,

acepta y contiene lo suficientemente bien por lo que en realidad es.

Comenzará a desarrollar una imagen interna de padres que lo

contienen y sostienen, y esto lo ayuda a sentirse cómodo consigo mismo.

4.- Cuando fue ayudado a forjar confianza en la disponibilidad de los

padres hacia él creerá que un pedido de ayuda será escuchado y respondido.

 

Creatividad y Fuerza

 

Con todo este cúmulo de vivencias, registros y experiencias, acude a la

creatividad y la fuerza que le otorgan:

 

1.- Sus sentimientos de reconocimiento a la Bondad de su madre

2.- La gratitud

3.- Así como su mayor

3.1.- Discriminación

3.2.- Integración

4.- Aprecio naciente

5.- Juicio y sentido de realidad nacientes

6.- Confianza

7.- Cierta capacidad para soportar y dar sentido al dolor.

 

Para afrontar este complejo estado que está viviendo, el bebé apela a la

construcción, creación y constitución, en sí  mismo, de dos operaciones

fundamentales:

 

1. La esperanza

 

2. La capacidad de reparación

 

Previo a desarrollar estas operaciones, aclaremos en qué consiste la

creatividad: significa la capacidad de búsqueda de distintos registros de

experiencias, sentimientos e imágenes, y la posibilidad de combinarlas y

reconstruirlas, y poder agregar un elemento nuevo para responder a una nueva

situación.

 

De todo esto resulta la construcción y constitución de una formación nueva

en la mente, con la posibilidad de enfoques nuevos, de constituir complejos

sentimientos la capacidad de comenzar a construir símbolos, fantasías, y de

dar a éstos un articulado más complejo.

 

Uno de los pilares de la creatividad es la labor que hace el bebé, por la

mayor movilidad interior que va adquiriendo, de recurrir por sí mismo, y por

identificación con la madre (que lo hacía y lo hace), a buscar, entre sus

registros, aquellos en los cuales era socorrido, liberado, calmado, ayudado,

contenido, satisfecho, obtenía placer, era amado, jugaban y reían con él, le

hablaban, era escuchado.

 

Cuando busca esos registros, y puede articularlos dentro de sí mismo, se da

cuenta que la bondad de la madre permanece en el Mundo Interno, y que a

partir de esos trazos mnémicos puede hacer algo con la imagen materna que

siente haber dañado.

 

No nos olvidemos de que el gran motor de toda esta búsqueda y posterior

creación, es la culpa que siente por haber dañado a la madre buena, y el

querer intenso de poder hacer algo con ese daño.

 

Con la fuerza impulsada por el querer encontrar un instrumento para hacer

algo por sí mismo con su madre doliente, dañada, y a quien puede perder; y

desde tal reconocimiento, surgen la gratitud, la pena, la tristeza, y cobra

la capacidad y la fuerza suficiente para obtener como, resultado de esa

búsqueda,

 

La Capacidad de Reparación

 

Para llegar a ella, e interrelacionada con esta capacidad, es que

constituyó:

 

1.- la confianza

1.1.- confianza en sus propias capacidades y en las operatorias psíquicas

que puede realizar.

1.2.- Confianza en la permanencia de la Bondad de la madre

1.2.1.- en los registros de su Mundo Interno

1.2.2.- en la realidad del vínculo con la madre.

2.- la esperanza

 

Volvamos a aclarar que cuenta con la capacidad de buscar en los registros

interiores y, por lo tanto, evocar por sí mismo la bondad de la madre.

Bondad experimentada y reconocida una y otra vez.

 

Contando con que la bondad permanece en los registros, y él, buscando, la

puede encontrar, y que puede realizar esta labor aún en situaciones "malas

para él" (partiendo de una imagen dañada por él mismo), puede buscar dentro

de sí y encontrar esos registros buenos. A partir de esto, constituye nada

más ni nada menos que:

 

1.- la esperanza

2.- abre:

2.1.- una perspectiva de tiempo futuro

2.2.- y de cambio y transformación

 

¿Cuál es el significado de la esperanza?. La base profunda de la esperanza,

que se establece en estos momentos de la vida, consiste en la convicción y

la fe profunda en que, a pesar del mal momento por el cual está pasando el

bebé, la madre buena reaparecerá.

 

Esto implica la construcción de un espacio - tiempo en el cual:

 

1.- Siente que está ahora instalado en el momento de dolor y

sufrimiento, pero que es "por ahora" adverso.

2.- Que toda la situación descripta en "1" no será definitiva, ni será

permanente.

3.- Correrá un tiempo para bien en que, soportando el dolor y la

adversidad, se abrirá un nuevo espacio-tiempo de Bienestar, porque la Madre

Buena retornará con su Bondad hacia él.

 

La constitución de la esperanza, además de esta confianza en su operatoria,

está basada en sentimientos y certezas previas de:

 

1.- Que contó, y cuenta, con un ser que lo amaba, lo contenía, que

recibía y se hacía cargo de su dolor y angustias, hacía algo con ellas, lo

aliviaba, y por ello les daba un sentido.

2.- Que contó con padres que lo ayudaron y socorrieron, y así pudo

forjarse la confianza en la disponibilidad de los padres, esto es, que un

pedido de ayuda será escuchado y respondido.

 

Si bien pusimos la capacidad de reparación en un primer término, podríamos

decir que todos estos estados se articulan y refuerzan entre sí, para luego

sí impulsar con más fuerza la capacidad de reparación.

 

A esta capacidad, decisiva para constituir y preservar las relaciones de

intimidad y afecto a lo largo de toda la vida humana, nos vamos a referir

largamente.

 

Alguna vez, al exponer esta temática, nos dijeron que parecíamos un famoso

autor de Telenovelas.

 

Debajo de la ironía, se denota una verdad: estamos describiendo un universo

donde, para el sujeto en constitución, existe el drama.

 Y, por lo tanto, a pesar de los momentos, adversidades y obstáculos

dolorosos que puede sortear, que le presentan angustias, temores, y le

despiertan creatividad, el sujeto puede construir un camino de salida.

 

En cambio, el Universo anterior no era dramático, sino trágico. Si el sujeto

quedaba encerrado en ese Universo, no tenía salida. Por eso, lo anterior es

más parecido a la narración griega que a una Telenovela.

 

En el drama, luego del sufrimiento, el sujeto sale. En la tragedia no. Tiene

un destino marcado de Fracaso y Muerte, del cual no puede escapar.

 

Para mostrar la diferencia esencial que existe entre la Posición y

Configuración Psico-Emocional que terminamos conceptuando como:

 

1.- egocéntrica

y

2.- ésta Posición, que se está configurando como una inquietud acerca

del destino de la madre y su bondad.

 

De manera comprensible y simple, digamos que:

 

En "1", egocéntrica, cuando el bebé nota a la madre mal, que sufre, o la

cree dañada, de inmediato siente una angustia que lo alarma acerca de un

peligro, de que algo lo acecha, y se asusta por lo que le puede pasar a él.

Siente que la madre está débil, y de inmediato disocia esos estados, en su

mente, de la representación de la madre, y refuerza la idealización de una

madre invunerable.

 

En cambio en "2", cuando lo inquieta el destino de su madre y su bondad,

cuando nota que sufre, está mal o se siente dolorida, el bebé se apena por

su mamá, y trata de ir hacia su madre para hacer algo por ella.

 

Podríamos resumirlo en la siguiente y simple formulación:

 

En "1", Egocéntrico, ante la madre sufriendo, el bebé siente "uy, pobre de

mí, ¿qué me pasara ahora?".

 

En "2" el bebé siente: "pobre mamá, ¿qué podrá pasarle?".

 

Esta simple diferencia genera Mundos afectivos completamente distintos.

 

Y explica

 

1.1.- la indiferencia, insensibilidad, exigencia, negación, evasión,

despreocupación, que una persona puede tener ante su pareja en la vida

adulta,

1.2.- el cuidado, la comprensión y la preocupación operativa tratando de

ayudar, y tendiendo una mano y un apoyo en otros casos,

2.1.- cuando tanto en "1" como en "2" la encuentran pasando por un mal

momento.

 

El bebé, movido por la pena que siente al registrar que la madre buena sufre

y está dañada, por el gran dolor que experimenta, y por la culpa, al

reconocer que ese sufrimiento y daño en la madre buena es producido por un

sentimiento y/o acto destructivo suyo; busca creativamente hacer, sentir y

expresar algo que, desde sí mismo, quite ese dolor y ese daño.

 

De este modo, crea en sí mismo una capacidad doble:

 

1.- De reparación: de la Bondad de la Madre y en la madre, convertida

por obra de su propia destructividad en Madre Dañada, Dolida, Sufriente, en

la cual desapareció, se perdió o se transformó (en maldad) su bondad.

2.- Trabajo de restauración: que es un complemento de "1".

 

Reparación, Restauración (y Esperanza), son de decisiva importancia para el

devenir de cada sujeto humano, y para tejer su propia felicidad y la

felicidad con las personas que elige en vínculos de intimidad y afecto.

 

También para construir, mantener y cuidar esos vínculos afectivos

significativos e importantes, y para acceder al amor-sexual en pareja, que

sea dichoso, feliz, permanente, fecundo y fértil, que pueda tornarse en

Paternidad y Maternidad buscada, deseada, querida y cuidada, dando sentido y

cobrando el significado de ver el recorrido por el cual la vida humana se

sigue abriendo camino, y el eslabón por el cual se perpetúa.

 

Nos vamos dando cuenta de que estamos en presencia de un pequeño humano que

va adquiriendo una gran riqueza interior que le generan una creatividad y

una capacidad crecientes, con lo cual se inicia el recorrido incipiente para

construir la incipiente autonomía y la libertad propias, y constituirse en

persona y sujeto humano.

 

Con esto queremos destacar que estamos en una instancia decisiva, en un

período del devenir humano de suma trascendencia para su constitución como

persona.

 

A estas instancias cruciales en el devenir de las personas, se las llama

Pasajes.

 

Toda esta compleja labor que realiza el pequeño, es decisiva para la

construcción de la trama básica de sus sentimientos, actividades, y

capacidades creativas, en lo que hace a la constitución y el cuidado de los

vínculos con los seres humanos afectivamente significativos y queridos, y de

la propia sexualidad, así como del amor sexual.

 

Vayamos ahora a describir en qué consiste esta capacidad creada de

reparación y restauración.

 

Digamos, antes que nada, que la actividad de reparación actúa en tres

espacios diferentes.

 

1.- Sobre la madre real, sentida como buena.

2.- Sobre la imagen interna de la Madre, que ahora es una imagen de

madre buena, y en la trama de la cual se han re-integrado con otra calidad y

cobrando nueva significación, los aspectos de la otra Madre Ideal.

3.- Sobre los impulsos destructivos del propio bebé, sobre sus

sentimientos de rabia, envidia y celos, sobre su agresividad y aspectos

destructivos, y sobre sus sentimientos de odio, ya conformados.

 

Sigamos desarrollando el concepto de la capacidad reparatoria, tomando y

reformulando ideas y trabajos al respecto de Melanie Klein, de Susan Isaac,

de Hanna Segal, de Claude Geets, de Bion, de Donal Meltzer, de Willy

Baranger, de Wilhem Stekel -Austríaco-, y otros autores que desarrollaron

investigaciones desde 1930 hasta 1975 en este aspecto.

 

 

Se describe a la reparación como una actividad del Yo dirigida a restaurar a

una persona querida (querida conjuga: reconocido como bueno, apreciado en

sus aspectos Buenos, y hacia quien se siente gratitud) y dañada. Dirigida

tanto a la persona real, como a la imagen interna de esa persona buena.

 

Esta capacidad surge como creatividad activa, motivada por:

 

1.- Calidad de la ansiedad: el estado de alarma e inquietud por el

destino de su madre Buena o, más específicamente, por el destino de la

Bondad de y en la Madre.

2.- La culpa: dolor por haber dañado con impulsos, emociones, fantasías

y/o actos destructivos, a la Madre Buena Real, o a la Imagen Interna de

Madre Buena.

 

Esa ansiedad dominante (Temor, alarma e inquietud) tiene que ver con el

peligro que, presume el bebé, puede tener el destino de la Bondad de la

madre por los efectos que causen en ella su destructividad: este destino

temido puede ser el daño, la pérdida, la transformación de Buena en Mala.

 

Persona Total

 

En esta Instancia, y en esta compleja configuración evolutiva, el bebé ya se

ocupa y preocupa por el estado de una Madre Real, a quien siente como

Alguien Bueno, como persona total, y de quien registra sus estados de ánimo

y sus sentimientos, incluyendo (ahora sí en la dimensión de Madre Buena) los

estados de dolor, de sufrimiento, de desánimo o desaliento. Muchos de ellos

los atribuye o los correlaciona con su propia actividad destructiva.

 

Ya no excluye más estos estados de ánimo dolorosos de su madre, ni sus

aspectos agresivos, como hacía antes, para mantener impecable la imago

idealizada de la madre.

 

"Persona total" significa que es percibida como distinta del yo del bebé, y

de las demás personas, y que incluye aspectos bienhechores, buenos, dañados

y malos en la misma Figura.

 

 

Madre y Realidad

 

De ahora en más, aparta a la madre como sinónimo de realidad, y comienza  el

lento y trabajoso empeño de construirse una representación por sí, de la

realidad.  Lo hace por fuera del horror indiscriminado, y de la madre ideal

o persecutoria. La madre ahora es querida y agredida conjuntamente por y

desde él mismo. Reconocida como Buena, moviliza sentimientos de gratitud

hacia ella.

 

 

Nueva Ansiedad y Motivos de la misma

 

En el bebé, esta relación de Bondad - Reconocimiento - Gratitud, despierta

una inquietud y alarma ansiosa por el destino de su Madre, de la Bondad de y

en Ella, y un Temor a dañarla por la propia agresión y, por lo tanto,

perderla.

 

Surge en el bebé pena de verla y sentirla dañada o sufrir, y experimenta

culpa, al reconocer que el sufrimiento es producto de la propia agresividad.

 

Confía y siente la Esperanza de que la Bondad se reinstale en medio de la

mala situación, y la Madre Buena pueda ser recobrada.

 

Aparece por ello un fuerte querer hacer algo para volver a su Madre al

estado de Bondad, y de ahí surge el sentimiento, la capacidad, la

creatividad y la actividad de reparación, con sus resultados.

 

Esto es lo que se considera la relación del bebé -que ya está alrededor de

los 8 meses- con la Madre como Persona Total. (8 meses en un Devenir

Constructivo "Normal")

 

Reparación

 

La actividad de Reparación va extendiendo e incorporando un Universo de

fenómenos cada vez más extenso y complejo.

 

Así, por ejemplo el bebé, construye, en su interioridad, el sentimiento de

reparar más allá de la Culpa como motivación. Cuando siente que por alguna

destructividad suya pudo haber dañado a la Madre Buena Real o a la Imagen

Interna Buena de la Madre, se despierta el sentimiento de restaurarla y de

recrearla en su bondad.

 

Veamos un ejemplo. Supongamos que, por fantasías destructivas, dañó la

Imagen Interna. Entonces recurre a traer, buscar y adicionar recuerdos

"buenos" de la madre, con los cuales comienza a trabajar sobre la imagen

dañada, incorporándole esos "trazos" buenos, al tiempo que también genera y

crea fantasías buenas, con las cuales viste, recompone, agrega y arregla la

imagen deteriorada, tratando de restaurarla en su Bondad.

 

Con respecto a la Madre Real, aparecerán cuidados especiales para con ella,

le procurará gratificaciones, se ocupará activamente de controlar sus

impulsos destructivos y de desplazar sus sentimientos de odio, celos,

envidia, para que no la sigan mortificando. Tratará de reinstalar en sí el

reconocimiento y la gratitud; y, desde éstos, generar  momentos de ternura

hacia la madre en forma expresa, y generar  condiciones agradables que

favorezcan a la madre. Así irá realizando esa compleja labor creativa de

Reparar y restaurar la Bondad en la Madre Real.

 

En instancias más desesperantes, cuando siente y cree que por su

destructividad ha perdido a la Madre Buena Real, y también a la Imagen Buena

de su Madre interna, padece, al principio, una culpa y una tristeza grandes.

Pero al poseer el querer y la capacidad de Reparación, la culpa y la

tristeza no lo abaten, no lo paralizan, ni lo vuelven estéril, sino que la

tristeza tiene un marco de esperanza, y la culpa incita al querer Reparar,

que en este caso consiste en recuperar a su ser querido Real y a la Imagen

Interna Buena de su Madre.

 

Aquí redobla su actividad interna de buscar recuerdos y certezas referidas a

experiencias que testimoniaron la Bondad de su Madre, recurre a reinstalar

la confianza en ella, y Restaura y Recompone en sí mismo sus propios

aspectos queribles para la Madre. Controla y mitiga todo lo que puede su

agresividad. Contiene en sí el dolor y el sufrimiento por lo que siente una

muerte o pérdida, y busca darle el sentido de poder sobrellevar el dolor

hasta lograr re-vivirla y recuperarla en su Bondad.

 

Apela a reconstruir dentro de sí el reconocimiento y la

aceptación en la Bondad Materna. Recupera y reinstala la gratitud, y ahí

aparece un esbozo de esperanza: la bondad de la madre, perdida por su propia

destructividad, puede ser reencontrada por toda esta labor reparatoria que

está llevando a cabo. Gana en confianza.

 

Siente que es posible recuperarla porque está ya re - descubriendo los

testimonios internos de la Bondad Materna, y recuerda que otras veces ha

logrado recuperarla.

 

Primero la reconstruye en su Mundo Interno, y vuelve a Restaurar y revivir

la imagen de Bondad de la Madre interna. Así, Recuperada en gran parte la

Imagen Interna Buena de la Madre, se anima a ir al encuentro de la Madre

Real y recuperar la Bondad de y en Ella.

 

Ahí se volverá a apoyar en el Reconocimiento, la Gratitud y la Esperanza, y

tratará de generar a través de actos, expresiones, cuidados, ternura, la

re-aparición del sentimiento de Bondad de y en la Madre Real; y, cuando

sienta haberlo logrado, experimentará el enorme alivio de haber recuperado

esa Bondad que creyó perdida.

 

Estas complejas actividades creativas de reparación van diluyendo el estado

de alarma e inquietud por el Destino de la Bondad de la Madre, porque

 

1.- las repetidas experiencias de daño - reparación - restauración, de:

1.1.- el vínculo con la Madre Real Externa,

1.2.- la Imagen Buena Interna, y

1.3.- el gobierno y control de su propia destructividad;

2.- así como las actividades de reparación referidas a los sentimientos

de pérdida y recuperación de:

2.1.- la Bondad de su Madre Real,

2.2.- la Imagen Buena de la Madre Interna, y

2.3.- sus mejores sentimientos de Reconocimiento, gratitud y esperanza,

con su expresividad de trato cariñoso y tierno hacia la madre);

 

todo esto, acrecienta la confianza en su propia capacidad de Reparación, y

por lo tanto en su capacidad de cuidado y conservación de:

 

1. la Madre Buena Real,

 

2. la Imagen Buena Interna y

 

3. sus propios sentimientos buenos.

 

La articulación de todo esto introduce otra novedad, y crea otra capacidad

en el bebé:

 

La extraordinaria posibilidad de seguir conservando como buena a su madre (y

ya también a su padre), aun cuando la madre o el padre lo expongan a

experiencias reales de privación, frustración, soledad, e inclusive de

agresividad.

 

Esta posibilidad o fuerza de seguir conservando la Bondad de la Madre o del

Padre lo capacita para sobrellevar las experiencias de privación,

frustración, dolor, soledad y ansiedad, sin que la rabia lo abrume y se

apodere enteramente de él; pudiendo, en cambio, en medio de esas

contingencias adversas, conservar también buenos sentimientos propios.

 

Esto le sirve para adquirir una mayor confianza en sí mismo, para manejar

sus estados destructivos, y le brinda una mayor confianza en la firmeza de

sus "aspectos y sentimientos buenos", como también en que su capacidad de

reparación puede restaurar y recuperar lo que sus emociones y estados

destructivos pudieran dañar o le hicieran perder.

 

Este aumento de su confianza, capacidades y fortaleza, tiene otro efecto:

hacer menos terrible, para sí mismo, su propia rabia, envidia, celos,

destructividad, y por lo tanto, temerles menos.

 

Por esto, la agresividad y la destructividad, y la parte del universo que de

ellas se desprende, cambia su calidad de "persecutoria", para convertirse

solamente en algo dañino y malo, que en gran parte se origina a partir de sí

mismo y que, por lo tanto, es manejable, controlable y gobernable, en parte,

por sí mismo,  y, en todo caso, es reparable en sus efectos.

 

Con esto logra cambiar toda la anterior configuración de la figura de diosa

terrible, todopoderosa y persecutoria, frente a la cual se sentía impotente.

 

Ahora comienza a sentir, creer y comprobar que la agresividad y la

destructividad no vuelven solamente a las personas dañinas y malas, sino que

pueden volverlo a sí mismo malo y dañino; y que ello, tiene un principio de

control y gobierno de su parte.

 

Esta nueva Perspectiva trae y genera un enorme alivio en todas sus

angustias, y de su Mundo desaparecen las ansiedades devastadoras,

destructivas y persecutorias que lo venían acosando desde el Trauma de

Nacimiento.

 

Un enorme globo de tensión se desinfla definitivamente, y una paz interior

gana un espacio enorme.

 

Esto sucede recién en esta instancia de la nueva configuración,

construcción, creación y constitución de la Capacidad de Reparación; y sólo

les pasa a las personas cuyo devenir y transformación les permite crecer

hasta llegar a este punto. Las otras cargarán con esta tensión de por vida.

 

Y no hay Magia, Religión, Actividad, ni Medicina que la disuelva.

 

¿Cuál es la solución? Recorrer este camino interno y vinculante hasta crear

en sí mismo la Capacidad de Reparación.

 

Otro elemento de creación, que impulsa y busca la reparación es la prueba de

realidad:

 

El bebé observa, con preocupación, los efectos que su querer, emociones e

impulsos destructivos causan a las personas queridas (Madre y Padre).

Entonces se ocupa de tener en cuenta, de no dejarse llevar, por esos

impulsos, y observa la realidad de sus padres, para comprobar cómo están y

cómo se sienten.

 

Lo mismo hace cuando siente que los reconoce, que se siente agradecido con

ellos, que surgen de él expresiones de cariño y ternura, y toma en cuenta

los efectos que estos estados producen en sus padres.

 

La Prueba o Juicio de Realidad:

 

Consiste:

 

1.- en experimentar, observar, reconocer y admitir la Realidad Externa

tal como es y se presenta, y

2.- en la capacidad de reconocer y admitir la Realidad Psíquica como

tal,

3.- buscando discriminar una Realidad de otra.

 

Implica el esfuerzo y trabajo creciente de poder guardar las imágenes,

impulsos, fantasías y emociones dentro del propio Mundo de la Mente, sin

atribuirlas al Mundo Externo, y no teñir a este Mundo Externo con los

fenómenos propios del Mundo Interior.

 

Implica:

 

1. La experiencia simultánea de ambos Mundos.

 

2. La correlación entre Mundo Interno y Externo, y viceversa.

 

De esto surge que un importante aspecto de la actividad de reparación

consiste, por parte del bebé, en ir renunciando a controlar y atribuir gran

parte de su querer, emociones y fantasías a su Madre, e imponérselas como

propias de ella. Acepta a la madre tal como ella es, y como él la va

descubriendo y apreciando en su realidad.

 

Esto hace que la actividad de reparación se vaya definiendo cada vez más por

los sentimientos de culpa reales (daños y dolores realmente causados a la

Madre), y por la preocupación por el otro real (o sea, por la Madre Real, y

no tanto por la Imagen Interna ni por la Madre Externa, cargada y teñida de

fantasías de su Mundo Interno).

 

De manera que, por lo dicho hasta ahora, la reparación parte de admitir un

sentimiento doloroso, de reconocer la propia realidad psíquica, con sus

fantasías, sentimientos y emociones.

 

De la propia Realidad Psíquica parte la agresión que daña y hace sufrir a la

persona querida y buena, de la cual el bebé depende.

 

No es un acto mágico por medio del cual, y sin ningún dolor, esfuerzo y

trabajo, se logra reparar. Por el contrario, se parte de admitir la Bondad

de la Madre, la agresividad hacia ella, la culpa por el resultado de este

acto, el daño y la posibilidad de pérdida.

 

Luego, desde esa compleja posición realista, se sigue con la labor y trabajo

de reparación, que es difícil, que demanda coraje, fuerza, creatividad, un

ordenamiento de sentimientos, fantasías e impulsos internos, una

restauración de la Figura Interna y una recomposición de la vinculación y el

trato con la Madre Real, así como la re-instalación de los sentimientos de

reconocimiento, gratitud y esperanza en su Mundo Interno.

 

De aquí surge como una necesidad, un trabajo de búsqueda, reconocimiento y

reconexión con los registros y recuerdos de los momentos felices, gratos,

buenos, afectuosos con la Madre, como de los aspectos buenos de la madre en

sí. Y todo ello debe ser rearticulado en una trama.

 

Todo está ocurriendo entre el 4to y 8vo mes, y sigue durante el 1er año de

vida y parte del 2do.

 

Pero, al comienzo de este tránsito, las posibilidades del bebé de reparar a

su madre Buena Real (y a la Interna) son escasas. Esa capacidad reparatoria

real (y no sólo o primordialmente en su fantasía) se vuelve gradualmente más

adecuada a medida que el pequeñito adquiere más capacidades, habilidades y

creatividad para gratificar a sus padres.

 

El buen desarrollo de las tendencias reparatorias (articuladas con todas las

otras capacidades que hemos descripto), es lo que permite que el bebé no se

estanque en una tristeza sin futuro ni esperanza, no se abrume ni paralice

por la culpa, ni se quede en una relación de agobio e impotencia con una

madre dañada y sufriente, sino que, por el contrario, reparando, pueda

progresar.

 

Toda esta nueva perspectiva, con los nuevos significados que permite

desprender todo este nuevo universo que se está articulando, tendrá un

momento culminante, cuando el bebé cree, construya y constituya el

sentimiento y la capacidad de amor.

 

Este Universo se elabora y concluye con la constitución de un vínculo

completo con la madre, y un vínculo complejo y singular con su padre. (Al

final describiremos las características de un vínculo completo).

 

Anteriormente mencionamos, sin desarrollar mayormente, dos capacidades

fundamentales que se adquieren y consolidan en todo este tránsito y mudanza

emocional. Ellas son:

 

Integración y Discriminación

 

Ambas ayudan decisivamente al entretejido y la consolidación de toda esta

trama mental - emocional y corpórea, que se efectiviza cuando se pone en

Tránsito y Mudanza desde el Vértice Emocional Egocéntrico.

 

Integración: se relaciona y es el movimiento opuesto a la des-integración.

Este último es primero como tendencia en la existencia, y se origina en el

Trauma de Nacimiento.

 

La integración también se opone a la operación de disociación.

 

Se aplica en un trabajo de tramado, tanto en relación con la Persona Real

(Madre, primeramente) como a la Imagen Interna de ella.

 

También se refiere a estados emocionales, aspectos y actividades del propio

Yo del bebé.

 

Primordialmente, y primeramente, la integración tiene lugar en la esfera, en

el área y en el espacio de los aspectos buenos alrededor de la Madre Buena

Real, con experiencias, recuerdos, vivencias y sentimientos con y hacia

ella. También con y alrededor de la Imagen Interna Buena de la Madre, con

registros, recuerdos, símbolos, sentimientos y fantasías que se puedan

bordar y ligar a esa imagen.

 

Estos diversos aspectos se ligan y articulan al calor del reconocimiento, la

gratitud, así como de la esperanza que esa bondad permite crear como espacio

futuro esperable.

 

Predominantemente, la integración se produce en los procesos y trabajos de

reparación.

 

Luego habrá una gradual integración, gigantesca en su magnitud,

magnificencia, resonancias y consecuencias, que consistirá en reunir, en la

concepción y vivencia de una sola y misma persona, sus aspectos buenos y

malos (de la madre, aunque lo mismo va a ocurrir con la persona del padre).

Esta integración se hace basándose en el sentido de realidad.

 

Discriminación

 

Pasemos ahora a describir y comprender la capacidad de discriminación:

 

Es un trabajo mental que se realiza en y sobre diversos aspectos de la

realidad, puntualizando, ponderando y ordenando qué "cosa" corresponde a

cada aspecto de la realidad.

 

En sus comienzos, y en un trabajo que no cesa a lo largo de la vida, el bebé

discrimina la existencia de:

 

1.- Un Mundo Real Externo.

2.- Un Mundo Real Mental Interno.

2.1.- Discrimina entre diversos aspectos de esa realidad externa.

2.2.- Discrimina entre diversas cualidades de esa realidad interior.

 

Discrimina entre:

 

1.- Aspectos que salen de ese Mundo Interno.

2.- Y llegan a personas del Mundo Externo.

 

Discrimina entre:

 

1.- Percepción, una actividad que se corresponde con fenómenos del Mundo

Externo. Por ejemplo, percibe personas, y las reconoce como pertenecientes

al Mundo Externo y a sus leyes.

2.- Y captación, una actividad que se refiere a la reunión y captura,

para la consciencia, de imágenes y fantasías de la realidad psíquica y sus

leyes (Mundo Interno).

 

Discrimina entre:

 

1.- Aspectos, tendencias, emociones y actos buenos y malos de ambas

Realidades (o sea, de la Imagen Interna de la Madre y de la Persona de la

Madre).

2.- Aspectos buenos y malos de sí mismo (y aspectos buenos y malos de

distintas personas).

 

Para ser más claros, discrimina:

 

1.- que él genera en sí mismo sentimientos de envidia, celos,

agresividad, odio,

2.- que lastiman y dañan a personas queridas.

 

Luego, discriminará:

 

1.- cuándo la agresividad es una defensa válida y utilizable ante una

realidad hostil.

2.- y no un acto destructivo hacia alguien querido.

 

También discrimina, dentro de sí, reconocimiento, gratitud, esperanza,

deseos de reparación y amor. Todos, estados que hacen bien, gratifican,

generan placer y dan felicidad a las personas queridas.

 

Así también discrimina entre aspectos buenos y agresivos de su propia Madre.

Discrimina entre la persona de su Madre y su Padre. Y discrimina a éstos de

otras personas que van apareciendo en su ambiente.

 

1.- De cada una de ellas.

2.- Y en cada una de ellas.

2.1.- discrimina a las personas buenas, que producen sentimientos y

expresiones que le hacen bien;

2.2.- y otras que le hacen mal, le duelen, asustan, etc., y son malas

personas.

 

Y así, esta labor de discriminación sigue, creando un Universo creciente de

diferencias y complejidades.

 

Para completar con el querer, la capacidad y la actividad de reparación,

agreguemos tres formas fundamentales de su realización.

 

Vimos que tiene una intrínseca y compleja vinculación con la actividad de

integración.

 

Muchas veces el bebé, al dañar a la madre buena, puede sentir que no sólo la

pierde en su Bondad, sino que se puede transformar en Mala. Lo mismo ocurre

con las Imágenes Internas: al dañar una Imagen Buena, puede sentir que la

transforma en Mala.

 

Una de las tareas de reparación más arduas y difíciles para el bebé, es la

de reparar y reconstruir, desde la Madre convertida en Mala, otra vez a la

Madre Buena.

 

Aquí tiene que recurrir a una ardua tarea de recuperar recuerdos, sustituir

malos por buenos, construir fantasías de Bondad que sustituyan a las malas,

restituirle a la Imagen Buena algunos aspectos "robados y quitados" a partir

de envidiarla (veremos más adelante la forma reparatoria de restitución), y

reemplazar los estados emocionales propios de rabia, envidia, odio o

agresividad, que puede sostener con pertinacia por sentir que son respuesta

a alguna privación o agresión de la madre (o padre).

 

Estos estados emocionales siempre alimentan la imagen Negativa del otro.

 

Para lograr salir de este último estado acude al perdón, para sustituir el

estado negativo, logrando una vuelta al Reconocimiento de la Bondad Materna,

a la gratitud hacia la Madre, la confianza y la esperanza.

 

Incluimos una forma que les causará asombro, pero que es fundamental en la

actividad de Reparación.

 

El bebé, que puede sentirse justificado en su rabia y agresividad por

efectos de una privación, o un acto de desamor, o hasta una agresión por

parte de la madre, aunque les parezca mentira:

 

Perdona a su Madre y desde el perdón interno se desliga de los sentimientos

de rabia, revancha o venganza, y se vincula:

 

1. Por un lado, con la Bondad Materna.

 

2. En sí mismo, por otro lado, con el reconocimiento, gratitud,

confianza y esperanza.

 

Reconstituye el querer, tal como lo describimos anteriormente, y así está

concluida la tarea de reparación y restitución, de la madre mala, otra vez

en Buena.

 

El perdón es:

 

1.- Por una parte, bisagra para el desenganche de los aspectos negativos

de sí mismo y del otro, a los cuales se puede pegar excesivamente (por

resentimiento, alimentar sentimientos de revancha y venganza). Es bisagra

para el desenganche, y comienzo de una actividad reparatoria.

2.- Puede ser, en sí mismo, una actividad de reparación, porque al

perdonar retornan todos los aspectos Buenos maternos y los sentimientos

hacia ellos. Muchas veces, reparar es producir el perdón interior.

 

Lo contrario al perdón es:

 

Resentimiento, y sus hijas dilectas, la venganza y la revancha.

 

Resentimiento, la persistencia deliberada en una posición de odio

"justificado" ante alguien que se constituye en malo por agresor, y a quien,

aunque sea inconscientemente, se quiere.

 

No poder perdonar tiene consecuencias deteriorantes, tanto para el niño como

para el adulto, porque queda capturado en su propio resentimiento y

destructividad, en relación con el aspecto malo de la otra persona.

 

De este modo, le resulta imposible recuperar todos sentimientos Buenos de sí

y del otro, y permanece en una pasividad destructiva continuada, que

destruye la esperanza, hace sentir a la persona sin salida (o sea que pierde

su capacidad de reparación) y la sume en una angustia profunda y permanente,

siendo abrumado por una culpa por daño continuo.

 

Esto último quiere decir que sabe y siente inconscientemente que está

dañando a una persona buena y querible, pero la sigue dañando, sin poder

hacer nada para evitarlo. De ahí la profunda angustia, que lo alerta y le

advierte que está incursionando en una situación de extremo peligro (que la

relación se quiebre o se termine).

 

Pasemos a las otras formas de reparación, que también son difíciles de creer

que comiencen a existir en un bebé de 6 ó 7 meses.

 

Una de ellas es:

 

La Responsabilidad

 

Esto quiere decir, responsabilidad por su Realidad Psíquica y Mental, por

los sentimientos, símbolos, emociones, fantasías que produce, y los

impulsos, actos y desencuentros que se puedan originar con la Madre Buena (y

el Padre) a partir de ellos.

 

"Responsabilidad" aquí está englobando el querer, el intento, la

determinación, el gobierno de su Mundo Interno, y de sí mismo, buscando

controlar los estados ligados a su destructividad, y produciendo y

expresando los sentimientos más gratificantes para sus padres, en la medida

de lo posible.

 

La última forma de reparación de las tres que habíamos anunciado es:

 

La Restitución

 

Esto tiene que ver con cierto tipo de querer, fantasías y sentimientos

agresivos del bebé hacia su madre, muy ligado a los celos y a la envidia que

en varias ocasiones siente hacia ella.

 

Estos son,  estados de la mente del bebé y del niño, y se desenvuelven

dentro de ella. Lo que aparece en el trato puede ser agresividad,

hostilidad, rechazo, retraimiento y, lógicamente, ausencia de ternura,

cariño y comunicación lúdica, espontánea y satisfactoria.

 

Se refiere al querer y a las fantasías por medio de los cuales el bebé se

apropia agresivamente de aspectos de la madre o del padre, que cela o

envidia, como puede ser su creatividad, la bondad misma, capacidades

diversas (fuerza, inteligencia, belleza, destreza, etc.), o la fertilidad y

capacidad de dar vida.

 

Cuando el bebé realiza estas apropiaciones, violentas en su fantasía, que

son como un robo, siente que dañó a sus padres internos, pero también cree

que esto afecta y es sentido por los padres reales externos.

 

La labor de restituirles, devolverles, los atributos "robados", produce la

reparación y restauración deseadas de la Bondad y de la integridad en la

madre o padre.

 

La continuación de toda esta trama psicológica, que va configurando un nuevo

Universo para el pequeño, y construye, a su vez, una Nueva Posición Mental,

Nueva Perspectiva y Nuevo Vértice Emocional ante un ser ahora querido y sus

cosas, va posibilitando un progreso en la capacidad de integración y en la

elaboración exitosa de la incertidumbre, alarma y ansiedad sobre el destino

de la bondad de su madre (y de su padre). También establece un progreso en

la discriminación de las consecuencias de la propia agresividad en la

persona buena.

 

La elaboración de todo ello por el pequeño, implica:

 

* Una mayor clarificación del Mundo interior.

*

* La percepción del Mundo Externo se vuelve más realista, y se corre

la figura de la madre como equivalente y sinónimo de ese Mundo.

*

* Todo ello se encuentra bien encaminado al cumplir 1 año de vida y se

sigue transitando durante el 2 año.

*

* Ya para entonces se ha constituido el Amor, que re-significa e

incrementa aún más el Reconocimiento, la Gratitud, y otros estados

similares, así como la ternura, el cariño y la capacidad de gratificar a los

padres.

*

* También la Esperanza crece por el Sentimiento del Amor, y por el

efecto que causa el darse cuenta de que la Maldad de la Madre se debe en

parte a su propia agresividad. Esto, que le produce, pena y culpa, también

le produce alivio, porque aprende crecientemente a manejar su agresividad

hacia las personas ahora amadas.

*

* Sabe manejar y controlar sus estados de rabia. Esto le trae

confianza, y el sentimiento de que no es imposible manejar la agresividad,

no se siente impotente ante ello.

*

* Comprueba que agresividad y destrucción causan dolor y daño en las

personas queridas, así como también a él le causa dolor experimentar la

agresividad de los otros. Esto lo lleva a construir el concepto y

sentimiento de maldad y malo, que es la contracara de bueno.

*

* Esta concepción de la agresividad como maldad y malo, y la

posibilidad de manejo y reparación de sus efectos, le permiten salir de la

imago todopoderosa en su maldad, que le resultaba perseguidora y

terrorífica, y ante la cual se sentía impotente.

*

* Sabe ahora que él tiene sentimientos Buenos y sentimientos Malos

hacia las personas Amadas, o sea, ambivalencia en sí mismo. Bueno y Malo,

Amor y Odio están reunidos, y forman parte de sí mismo.

*

* A partir de estas capacidades, el pequeño realiza una extraordinaria

labor de integración y elaboración, y lleva la Figura de la persona amada al

más alto grado de Integración Realista que se pueda lograr.

*

* Reúne en una misma persona, la madre, los aspectos agresivos, malos

y odiosos, con los aspectos cariñosos, buenos y amantes.

*

* En un primer paso, constituye una concepción ambivalente de la

persona de la madre.

*

* Y luego hace una posterior elaboración de la ambivalencia:

*

* La fórmula es aproximadamente ésta: Mamá es generalmente buena, y

algunas veces mala.

*

* Sin querer, sin darse cuenta, en un devenir constructivo-creativo,

sin ser un camino evolutivo, ni un destino marcado, el bebé fue realizando

un Traslado y Mudanza desde un Vértice Emocional Egocéntrico, que tenía como

eje la ocupación y la ansiedad, así como la actividad de procurarse el

propio bienestar, seguridad, comodidad y calma.

*

* En ese trasladarse se van dando y presentando novedades, a las

cuales el bebé construye respuestas, y crea capacidades que producen

transformaciones inesperadas para él, que lo introducen en una configuración

y complejidad de diverso signo, y así, en el recorrido, se constituye otro

eje alrededor del cual se articulan las principales actividades del bebé y

del niño.

*

* Ese eje es:

*

* Mantener la integridad de la madre buena.

*

* Al Reconocer la Bondad de la Madre, sentir Gratitud hacia ella por

el bienestar recibido, pero comprobar a su vez que su propia agresividad la

lastima y hace sufrir, emerge una Inquietud, Alerta y Ansiedad por el

Destino de su Madre y su Bondad.

*

* A partir de esto comienza a crear toda una serie de capacidades que

se articulan entre sí y generan un eje alrededor del cual se enlazan: la

preocupación por mantener la integridad de la Madre Buena.

*

* Así surgen: pena, tristeza, esperanza, culpa y reparación, como

estados y capacidades que se articulan unos con otros para componer esa

Integridad Materna Bondadosa.

*

* El eje cambió totalmente: pasó de ocuparse egocéntricamente de sí, a

preocuparse por otra persona, distinta de sí, y querida, y a ocuparse por el

destino de esa persona.

*

* Esto genera:

*

* 1.- Un Universo afectivo con significados totalmente nuevos.

* 2.- Una plataforma en la cual está apoyado y tomando Posición

ante ese Universo, también de una calidad distinta.

* 3.- Todo esto prepara el advenimiento de uno de los más grandes

destellos de la vida emocional, y pone al bebe en la puerta de lograr y

constituir un sentimiento y una capacidad de incomparable valor para su vida

actual y futura.

*

* El Camino de la Reparación marcó una auténtica preocupación por los

estados emocionales de su madre real, que lo llevó e impulsó fuertemente a

desarrollar el Sentido de Realidad y el Juicio y Prueba de Realidad, que lo

impulsa a Discriminar entre su propia Realidad Psíquica y la Realidad del

Mundo Externo.

*

* Así desarrolló: Discriminación e Integración.

*

* Todo ello le permitió constituir a la Madre como Persona Total, que

se siente Bien y Mal según estados anímicos propios, y según el bebé esté

con ella Reconocido, Tierno y en Gratitud, generándole Bienestar y dicha, o

se sienta con envidia, celos, agresividad, rabia y odio, generando entonces

daño y dolor en la misma persona Buena y querida.

*

* Esto último provoca un dolor psíquico -Culpa-, un estado de alerta e

inquietud -Ansiedad- sobre el destino de esa madre y su bondad, que puede

dañarse, perderse, convertirse en mala.

*

* A pesar y en el pesar por todo ello, el bebé construye su

creatividad y su capacidad para poder reparar y restaurar a la madre y su

bondad.

*

* Y ocurre entonces, en algún momento de este devenir, que:

*

* el pequeño observa con tierna preocupación el estado de bienestar de

su madre.

*

* Pero:

*

* ya no por la dependencia que pueda tener con este ser benévolo y

útil.

*

* ya no sólo, ni primordialmente, se interesa por su madre por el

querer mantener la integridad y bondad en ella.

*

* y ya no sólo ni fundamentalmente la gratifica a manera de reparación

por sentir culpa por algún daño que pueda haberle ocasionado.

 

Sino que:

 

Primordialmente observa y se detiene en su madre, sintiendo una tierna y

dichosa preocupación por su bienestar, y se ocupa de ella, la trata con

ternura, la gratifica, le produce felicidad y alegría, así también como la

cuida, fundamentalmente para que ella se sienta bien.

 

Ahora sí. ¡ Se ha construido el amor!

 

En la profundidad de su mente se ha constituido el querer brindar bienestar,

bondad, alegría y placer a su madre.

 

Todo esto es la completa descripción del sentimiento y la capacidad de amar.

Y hemos también descripto cómo se construye y crea a partir de su mente,

pero a su vez dejando y superando ciertas motivaciones y estados de la

mente.

 

Hemos visto cómo es la culminación y elaboración final y nueva, luego de un

largo y trabajoso tránsito constructivo, que se halla ligado a una compleja

fuente de sentimientos, de interés y responsabilidad por mantener la

integridad y bondad de la madre.

 

En una genuina capacidad de quererla, comprenderla y buscar en la realidad

externa, en la persona de ella, sus características propias, y en un

comienzo decidido de empezar a aceptarla tal como es.

 

También es el resultado de una constante labor, en su Mundo Interior, para

crear, recrear, reparar, asimilar, cuidar y finalmente buscar

correspondencias con el afuera, de una Imagen de Madre cada vez más

ricamente integrada, que le sirve de faro de luz para guiarse, y de nido

cálido para resguardarse en los momentos de soledad, ansiedad o dolor.

 

Y no ha sido menos importante, para arribar a constituir la Capacidad de

Amar, la posibilidad de desarrollo de una capacidad para tolerar y dar un

sentido positivo, creativo y reparador al dolor de "amor" experimentado.

 

La creación, construcción y constitución del sentimiento y la capacidad de

amar, genera el último gran destello en el pequeño, quien ahora puede

constituir un vínculo completo con su madre, que consiste en que:

 

1.- la madre es reconocida y percibida como una persona distinta del

sujeto (bebé).

2.- como así también el pequeño la distingue y singulariza de las demás

personas significativas en el afecto. -Por ejemplo, su padre-

3.- que a esta persona distinta y separada de sí, la madre.

4.- la siente como Predominantemente Buena y Amorosa, aunque a veces sea

Mala y Dañina.

5.- a esta madre siente que él la ama, aunque muchas veces también, y

conjuntamente, pueda odiarla.

 

Vínculo Completo

 

Éste es el Vínculo Completo con la madre, lo cual no quiere decir que niegue

la Carencia y la Falta.

 

Por el contrario, el sentido de vínculo completo consiste en que incorpora,

como parte de la relación, la posibilidad cierta de carencia y falta.

 

También, por este tiempo el pequeño y el padre construyen un vínculo

singular, apoyado en otra plataforma, distinta de la que tiene con su madre,

que incorpora otros elementos propios y novedosos, y que en un tiempo por

transcurrir también llegará a tener el significado de "Vínculo completo".

 

Así mismo, el pequeño le abre y se abre a sí mismo, el interés y el afecto

hacia otras personas de su entorno.

 

1. Partimos de la posición Egocéntrica.

 

2. Arribamos por Devenir y Tránsito Constructivo y Creativo a

constituir la

 

Posición de Gratitud, Pena y Reparación (hacia el otro querido)

 

 

 

Amor y sexualidad

 

Voy a hacer una exposición muy simple y en extremo reducida, con la única

intención de dar cuenta de la enorme importancia que tiene este

Posicionamiento y articulación de sentimientos en una persona, para poder

operar con y desde ellos en medio de las crisis de sus vínculos amorosos -

sexuales.

 

Deliberadamente el ejemplo es sintético y no se particularizan aspectos del

mismo. Pueden ustedes, con estas características, hacer cientos de

situaciones.

 

Entonces:

 

1.- Crisis de pareja.

Esta crisis puede contener todos y cuales quieran de los contenidos

que ustedes deseen atribuirle.

2.- La crisis de pareja desata en el Hombre y en la Mujer :

2.1.- Dolor.

2.2.- Frustración.

2.3.- Adversidad.

2.4.- Angustia.

2.5.- Rabia.

3.- O sea, derivado de 1 y 2:

El sentimiento y la capacidad de amor desaparecen de escena.

4.- Si el Hombre y la Mujer pueden recurrir a los sentimientos y

capacidades desarrolladas para la última Posición Emocional, que denominamos

Posición de gratitud, pena, reparación hacia el otro querido;

5.- Podrán poner en marcha, más allá de los conflictos, rabia, dolor,

angustia y contrariedad imperante, los siguientes estados claves:

5.1.- esperanza

5.2.- reparación

5.3.- juicio de realidad

5.4.- temporalidad y futuro

6.- Con estos elementos podrán

6.1.- Operar y trabajar en la crisis

6.2.- Reconsiderar la significación del otro/a para sí mismo

6.3.- Percibir  y resolver su estado interior de malestar y oposicionismo.

7.- De lo anterior se desprende que lograrán:

7.1.- plantearse concretamente la crisis

7.2.- encontrar una salida de la misma

8.- Como resultado, se reencontrarán con su propio sentimiento de amor

(y recordarán el sentimiento de amor del otro/a hacia ella/él), y así, este

sentimiento volverá a ocupar el centro de la escena, recuperando la

sexualidad, que también pudo (seguramente) emigrar con la crisis.

 

Emoción, poder y sexualidad

 

Por otro lado estamos ante el surgimiento de otra problemática de inusitada

importancia.

 

Durante la Posición Egocéntrica, el bebé se sentía impotente para hacer algo

con el dolor, la angustia, y sólo tenía un recurso mágico: transformar la

impotencia en omnipotencia.

 

Estamos ante una de las más grandes pasiones y locuras del ser humano: el

Poder - la Potencia - la Impotencia.

 

Si se queda en la Posición Egocéntrica, el sentimiento de debilidad e

impotencia será constante, y constante será el revalidar títulos y acumular

sustitutos para vencer ese horror que siente. Este camino marcará la próxima

Fase Sexual, con todos los inconvenientes que ella trae: el poder como

autoafirmación egocéntrica de sí mediante la dominación del otro.

 

En cambio, las personas que acceden a la Posición Afectiva que terminamos de

desarrollar (Posición de gratitud, pena y reparación hacia el ser querido),

tienen una configuración completamente distinta de la matriz de sus

capacidades y fortalezas.

 

La impotencia, paulatinamente, se transforma en activa y eficaz creatividad

y capacidad reparadora, que lo irá tornando seguro de sí, y confiado en

poder reparar realmente situaciones de vital importancia para él.

 

Esto lo rescata de la impotencia sin salida y paralizante; lo transporta a

la esperanza y capacidad, y le abre un camino completamente diferente al

ejercicio de sus capacidades, de su fuerza y habilidades. Y por ende del

Poder. 

 

pedro.bugani@psicoanalisis-s-p.com.ar

Próximo >