OBRA: GUADAMECI
NELSON CALLEJAS
Nació
en la Villa de La Mesa de Juan Díaz, Cundinamarca, Colombia y
es natural de Mérida, Venezuela.
Elabora dibujos, guadamecíes y Libros de Artista. Es profesor
de dibujo e ilustración en la Escuela de Artes Visuales y Diseño
de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad de los Andes
de Mérida, Venezuela. Licenciatura en Arte de la Facultad de
Bellas Artes de la Universidad Nacional de Santa Fe de Bogotá,
Colombia. Maestría en Creatividad. Facultad de Filosofía
y Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela
, Galicia, España. Beca de la OEA, Diseño Artesanal Latinoamericano.
Beca del Gobierno Canadiense para realizar Libro de Artista, Universidad
de Québec, Montreal, Canadá. Primer Premio en Dibujo Séptimo
Salón de Occidente de Mérida, Venezuela. Invitado por
la Universitè du Québec al grupo de investigación
de Imagen Sintética, Montreal, Canadá. Ha participado
en exposiciones individuales y colectivas en Colombia, Venezuela, Costa
Rica, Canadá, Estados Unidos, Francia y España. Artista
invitado de la asociación ECLAT Marsella, Francia. Invitado y
miembro de la Asociación del Cuero Ibérico (Entidad de
los Oficios artesanales y artísticos del cuero en España)
Exposición y ponencia sobre el guadamecí contemporáneo
en el marco del evento: V Encuentros del Cuero. Valladolid, España.
Miembro fundador de ARTEMISA (encuadernación artística
y guadamecíes) Madrid, España.
callejas@ula.ve
El
oficio que más me gusta
Intento
crear la certeza de vivir a partir del oficio como principio fundamental.
El oficio que más me gusta: dibujar, pintar y grabar cueros.
El guadamecí. El guadamecil, los guadamaciles, los de mi padre,
los de mi abuelo y los de otros tantos más detrás de ellos.
Hi
ha oficis que sòn bons perque son de buen viure...
Hay oficios que son buenos porque son de buen vivir... dice el poeta
catalán Joan Salvat-Papasseit haciendo referencia al oficio como
exaltación de la pasión por el buen arte y la buena artesanía,
en tanto que se mezclan y funden con el acontecimiento de vivir.
El
Guadamecí, me permite ejercer la libertad de crear sin que todo
esto se convierta en una práctica de malabarismo intelectual
rarificado porque este no es, para mí, el objetivo del arte ni
de la artesanía. Considero que todo es más sencillo de
lo que se pretende y en principio y por último, se trata de la
vida, esa maravillosa realidad del Misterio que no admite componendas
ni confabulaciones y está siempre ahí, gestando, pariendo
y renovándose a su ritmo, en su tiempo y en su espacio. Es el
medio que utilizo para conjurar la miseria de saber un poco del mundo
y desconocer todo acerca de mi propia existencia.
La verdad es que hago los guadamecíes para adentrarme y manifestarme,
recorriendo mi mundo interno, haciendo que suceda en la gente la experiencia
del ámbito de un tiempo real suspendido. Conocer que mi trabajo
puede alegrar un poco la vida cotidiana de otras personas me hace percibir
el sentido de la vida. Y amar la vida en el trabajo, a través,
del oficio que más me gusta: el guadamecí que en otras
palabras no es más que el dibujo, la pintura y el grabado sobre
cuero.