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ENCUENTRO DE MUJERES
CREARMUNDOS Entrevista a Charo Rubio
Charo Rubio es una activa mujer española que vive en Madrid,
pero trabaja en el mundo. Trabaja con proyectos, con mujeres, con
educación. Es una de las facilitadoras de la EFCI (escuela
de facilitadores de la creatividad y la innovación de centroamérica)-
La Antigua - Guatemala
Lo significativo de mi trayectoria en cuestiones de género.
Mi trayectoria personal y profesional coincide con los últimos
años del franquismo y los primeros de la transición
democrática. En ese período (de mediados de los setenta
a los primeros ochenta), ante el dilema de si luchar
por cuestiones generales o por cuestiones de género, yo me
ubico claramente en el lado de la militancia política genérica,
y del trabajo profesional sin sesgos de género. Esa es mi
trayectoria durante 18 años (del 74 al 92).
Es en el año 92 cuando me inclino hacia la introducción
de la mirada y el trabajo específico de género, tanto
en mis análisis personales como en el desarrollo de mi trabajo.
En este período participo en la creación de un
grupo de mujeres, que se ha desarrollado con plena autonomía
y horizontalidad, y que sigue en pleno funcionamiento con una estabilidad
digna de mención (somos 18 mujeres, y en estos 14 años
solo se han producido dos bajas). Es un grupo de debate, conversación,
y con el tiempo se ha ido convirtiendo en una plataforma de intercambios
profesionales, apoyo mutuo, red de contactos, etc.
A partir de ese momento, también introduzco la variable
de género en mi trabajo profesional, desarrollando trabajo
específico con grupos de mujeres, asociaciones o colectivos
de mujeres.
Principales problemáticas más importantes en relación
a cuestiones de
género en mi trabajo.
Prefiero no hablar de próblemáticas, sino de "aspectos
de trabajo". Prefiero hablar asimismo de "trabajo con
mujeres" a "cuestiones de género". Las principales
cuestiones que encuentro son, entre otras, las siguientes:
como error y problema, la distorsión que tenemos en el autoconcepto
las mujeres, tendemos a percibirnos con distorsiones, tendentes
a percibirnos menos valiosas de lo que somos, a disminuirnos. Como
oportunidad, el
reconocimiento de nuestras limitaciones, la apertura al aprendizaje
y la disposición a la participación.
Como reto, la modificación de las costumbres en la organización
de la vida cotidiana, las relaciones con la pareja, el cuidado de
los hijos e hijas y otras personas dependientes, la distribución
desigual e injusta en la vida doméstica con los varones,
etc. En consecuencia, el dilema al que con frecuencia nos vemos
abocadas las
mujeres: o vivir en pareja con el consiguiente sobrepeso en tiempo
dedicado al cuidado familiar, o vivir sola. Verse en este dilema
es la muestra del fracaso en la mejora de las relaciones interpersonales
hombre-mujer y su
resolución en la organización de la vida cotidiana
y la distribución de los tiempos.
No soy especialista en cuestiones de género, así
que para conocer experiencias de éxito es mejor preguntarle
a las mujeres que son bien conocedoras de este ámbito de
trabajo. Pero hay por la geografía española
cientos de asociaciones de mujeres (de amas de casa, de viudas,
de jóvenes, grupos de búsqueda de empleo, asociaciones
culturales, asociaciones interculturales, etc...) que muestran el
buen estado de salud de la
capacidad colectiva de las mujeres par organizarse, y de la individual
de transformarse, mejorar, crecer y no quedarse paradas.
Algunas ideas:
- ocasiones de espacios segregados, sólo de mujeres- en
el marco de espacios mixtos (escuelas, institutos, espacios laborales,
asociaciones...) para el empoderamiento de las mujeres: primero
solas para luego ir al espacio mixto con toda la energía
de sus cerebros.
- impulsar la creación y crecimiento de grupos de hombres
para que reflexionen sobre el nuevo papel del hombre en un mundo
en el que las mujeres estamos cambiando.
- espacios de reflexión para el intercambio de nuevas vías
de construir el mundo y la vida cotidiana entre hombres y mujeres,
tras las reflexiones hechas en grupos por separado.
- políticas específicas para hombres los casos de
maltrato de género (que prefiero llamar violencia machista).
- extensión del conocimiento de buenas prácticas llevadas
a cabo por mujeres en espacios de mujeres y espacios mixtos.
- espacios de reflexión sobre mejora de la vida cotidiana
desde la igualdad real de mujeres y hombres
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